Queremos sincerarnos con vosotros, trabajadores.
“El mundo es suficientemente grande para satisfacer las necesidades de todos, pero siempre será demasiado pequeño para satisfacer la avaricia de algunos”
(Karmelo C. Iribarren)
Vosotros que estáis esperando que vuestra dirección tenga una mínima condescendencia con el duro trabajo que realizáis cada día, que pensáis que vuestra profesionalidad y buen hacer será valorado.
Vosotros que hacéis todo lo que quiera el jefe y trabajáis dando un valor añadido para que cuente con vosotros en la próxima obra.
Vosotros que vais a casa cabreados por la presión del día a día, que os habéis tenido que tragar muchas cosas por la imposición de vuestros jefes, que sobrelleváis con dignidad la incertidumbre de todos estos años de ERES, ERTE y Reducciones salariales.
Sabed que esto se acabó, no tendrán piedad, ni valorarán ninguno de estos aspectos, simplemente os llamarán y os encontrareis devolviendo el móvil, las llaves del coche y el portátil.